sábado

Tanto, tanto, tanto peor es dar en el palo que pifiarle sin goyete.
Tanto peor, carajo, que me indigno.
Me vuelvo a indignar con el puto guionista.
Ese que algunos le dicen destino, o como cuernos lo quieras llamar.
La fatalidad se vale de la sutileza y la ironía para exprimir al máximo su despiadada crueldad.
Lo más terrible es el casi.
El podría haber sido, pero no.
No. Porque no, y ya.

¿y qué es el no en todo caso?
Lo opuesto al sí, ponele.
¿y qué o quíen niega entonces?
¿quien ejerce la acción, determina la balanza, decide el pulgar para arriba o para abajo?
Ahi aparece esta ideita, Dios. Para tapar esos baches.
Tambien están quienes dicen que los límites, los no's, no existen per sé.
Como si fuera uno el que niega.
¿negandose a sí mismo?
¿porqué uno haría eso?
Es bastante complejo, te digo.

Creo que lo que yo quiero es que me estalle la cabeza en mil pedazos.
Así al menos paro de chamuyar un rato.

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